Controlar la ansiedad infanto-juvenil
Los niños también pueden sentir ansiedad igual que los adultos aunque a veces no sepan explicar o expresar que es lo que les pasa.
La ansiedad infantil se experimenta de forma diferente a los adultos, pues son niños y hacen otro tipo de conductas que nos pueden señalar que algo en el niño no va bien. Desde dolores de barriga o de cabeza, dificultades para dormir, molestias en los músculos hasta vomitar o tener diarrea. Otras veces vemos como se chupan las mangas del jersey, se muerden las uñas o no paran de moverse o golpear cosas. En los trastornos de ansiedad infantil, los síntomas son más evidentes, pues son intensos, duraderos en el tiempo y acaban por interferir de modo importante en su funcionamiento cotidiano.