Superar la primera semana de colegio
Aún recuerdo cómo era ese último fin de semana de verano cuando iba al colegio… Comprar los últimos detalles, bolis, estuche, goma, lápiz, …
Mis abuelos en una mesa camilla dedicados en cuerpo y alma a poner el nombre en los libros y cuadernos, para después disponerse a precintar, con ese forro kilométrico, todos los libros.
Ha pasado mucho tiempo de eso, pero creo que es uno de los recuerdos que quedarán perennes en mi memoria.
Vosotros papás y mamás, sois los encargados de crear esos recuerdos para que en un futuro vuestros hijos lo recuerden con añoranza y sensaciones positivas.
Está claro, no todo es de color de rosa, las prisas, deberes sin terminar, todo a última hora, cambios de horarios, de comidas. Adaptarse la primera semana al cambio, puede ser estresante tanto para los padres como para los niños.
Por eso, os dejo aquí una serie de indicaciones para que la vuelta al cole sea lo menos amarga posible y su adaptación sea óptima y positiva.
- No vivir el cambio como algo negativo ni estresante. Tu hijo tendrá la misma actitud que tú tengas respecto a la vuelta a clase. Es decir, si vivís la vuelta al cole como algo estresante, a toda prisa y malhumorados, es probable que tus hijos lo vivan de igual manera. Todos los cambios son estresantes, pero hay que intentar vivirlos con la mayor normalidad posible, de forma optimista, tranquila y positiva, o al menos, esforzarse para transmitir eso a tus hijos.
- Es el mejor momento para motivar e ilusionar de nuevo a tus hijos con el curso. Deja atrás los reproches del curso pasado, no recuerdes insistentemente lo mal que lo hizo el pasado curso. Es el mejor momento para comenzar de nuevo, hacer un “borrón y cuenta nueva”, transmitir que este año si que si va a poder, que lo va a hacer muy bien, etc. El inicio del curso, será el momento que quizás más motivados e ilusionados los encontremos, por ir a clase, atender, organizarse, hacer deberes, etc. Vosotros como padres seréis los encargados de intentar alargar en el tiempo esa motivación para que no se quede en una bolsa de propósito como si fuera un fin de año cualquiera.
- Haz que tu hijo recupere los hábitos de forma progresiva. El inicio de curso es un proceso de adaptación. De repente se les acaba esas mañanas frente al televisor viendo una maratón de sus dibujos preferidos, tardes interminables en el parque, la playa o la piscina y por si fuera poco, hay que dormir pronto porque al día siguiente tienen que madrugar. Por eso, es conveniente que los cambios vayan dándose durante la semana de forma progresiva. Por ejemplo, pasando la tarde en el parque y haciendo que cada día los tiempos de estar en el parque sean más cortos porque después habrá que prepararse para el cole o hacer algún deber.
- Retomar las horas de sueño adecuadas para rendir en el colegio. El sueño es algo que la primera semana trastoca mucho a los niños. Tienen los ciclos cambiados, se duermen tarde, se levantan tarde, y eso cuando comienza el colegio hay que cambiarlo. Por eso os recomiendo que, en casa, una semana antes de comenzar el cole, empecéis a hacer cambios en el sueño. No hacer siesta, ir poco a poco adelantando la hora de acostarse, son algunas cosas que podéis ir aplicando la semana de antes de comenzar las clases. Aun haciendo esto, es normal que la primera semana les cueste coger el sueño, pues están sobre excitados, clases, amigos, profes,… Será ideal que guardes para el final de la tarde actividades o ejercicios que puedan ser relajantes para ellos, como por ejemplo, darse un baño, leer, escuchar música, etc.
En definitiva, la vuelta al cole, es un caos para todos, padres y niños. Pero es cuestión de adaptarse, tener una actitud amable, optimista y positiva y hacer que los niños se emocionen y se ilusionen de nuevo con la vuelta a clase.
¡La vuelta al cole es mágica!
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